¡No puedo hacer una dieta más! ¿Qué hago?

Recuerdo cuando era una niña escuchar frecuentemente que todas las mujeres estaban en una dieta o querían iniciar alguna. Hasta el día de hoy veo a un gran porcentaje de mujeres someterse a restricciones, algunas veces irreales, para llegar a ese cuerpo “aceptado”, el cuerpo que “todas deseamos y queremos”. Y no me malinterpreten, desear algo de esta índole no está mal, ya que hay muchísimos factores externos que nos hacen desearlo… pero ¿Qué tan bueno es someter a nuestro cuerpo a ciclos de dietas? La pregunta hay que plantearla no solamente desde el ámbito biológico, si no también desde el psicológico.

Crecí escuchando que la dieta es “el mejor tratamiento” cuando de bajar de peso se traba. Creía que hacer muchas dietas era algo totalmente normal. ¿Qué no he escuchado a lo largo de mi vida sobre reducción de peso? Que si la dieta de la piña, que el déficit calórico, que la hormona del crecimiento, que si pastillas y hasta inyecciones, solo por mencionar algunas. Y sí, hacemos lo que sea por conseguirlo, a veces sin estar ni siquiera enteradas de cómo esto puede impactarnos a largo plazo en todo nuestro contexto de vida.

Cuando inicié mi carrera como nutricionista hice lo más común en esa época: brindar consultas nutricionales. En este tiempo desarrolle un tipo amor-odio con la consulta nutricional. Como profesional, yo misma tenía mucho que reparar internamente. Comprendía esa obsesión con el cuerpo y con querer vernos de cierta manera, sin cuestionar ¿Por qué las personas que asisten a mi consulta siempre cuentan que han pasado con muchas nutricionistas? ¿Por qué siempre comentan que se sienten seguras solamente con cierto tipo de alimentos? ¡Inclusive que hasta han dejado de asistir a eventos sociales porque no hay control de la comida! Creo que nunca lo cuestioné porque es algo que yo misma experimentaba y, de nuevo, era algo “normalizado”. Pareciera que todas las que no somos delgadas tenemos que serlo a como dé lugar, sin importar cuántas lágrimas, sudor y dolor cause. ¿No bajaste con eso? Bueno, pues prueba con otra cosa porque el problema eres , nadie más.

Con el tiempo y gracias de las redes sociales, me enteré de que había otro método diferente para poder adquirir hábitos saludables. En mi ignorancia lo odié, era algo que hablaba de respeto corporal, de dejar atrás la mentalidad de dieta, de salud en todas las tallas, etc. Recuerdo que al leerlo sentí una rabia enorme porque era disruptivo. ¿Quién podía decir que la dieta no funcionaba? ¿Quién podía hablar siquiera de la diversidad corporal? Para mí se trataba de un único objetivo: ser delgada. ¿Qué tan malo podía ser si todos y todas lo intentamos? Pero a pesar de mi enojo, esto dejó sembrada una semilla en mí, una semilla que cada vez fue creciendo hasta convertirse en un árbol.

Empecé a leer demasiado sobre este método llamado alimentación intuitiva y salud en todas las tallas. Mientras más leía más sentido cobraba todo, tanto a nivel personal como en las características que había visto en la población anteriormente. Algo que recuerdo muy bien fue leer sobre la restricción y los atracones, por ejemplo, que ahora sabemos que mientras más te restringes más deseosa por una comida específica te sentirás… y así fui aprendiendo cada vez más de este nuevo enfoque.

¿Qué aprendí? Que alimentación intuitiva (AI) no es una dieta, es una alternativa al método peso centrista (es decir el peso no es el objetivo de la AI, lo que la diferencia de una dieta común). Es un método que quien decida llevarlo, gozará de una de sus grandes ventajas: poder crear una buena relación con los alimentos. Así dejará atrás uno de los factores más frecuentes: la culpabilidad al comer y la fobia de “subir de peso”.

Ojo, no quiere decir que vayamos a dejar atrás esos hábitos saludables que según nuestro contexto queramos conseguir, esto se trabaja dentro de la consulta de una manera más auto compasiva, centrada en la persona, mostrando todo el respeto y valor que cada uno de nosotros merece.

Algunas de las preguntas más frecuentes que me hacen son: ¿no me vas a pesar durante la consulta y no me darás un menú?, ¿Cómo se trabaja AI? La AI tiene varios pasos a trabajar a través de diferentes ejercicios según el contexto individual. Los principales pasos son:

  • rechazar la mentalidad de dieta;
  • hacer las paces con la comida;
  • descubrir el factor satisfacción;
  • Valorando dentro de la consulta la parte biológica (como el hambre y la saciedad, por ejemplo).

La AI abre las puertas para esas personas que queremos dejar de sentirnos culpables, que queremos invertir el tiempo en dar valor a nuestra vida y no solo en el pensar “qué voy a comer hoy para seguir la dieta”. Abre la puerta al autoconocimiento en el sentido de la alimentación y, lo que más me gusta: el poder conocernos realmente y tratarnos como seres multidisciplinarios que somos, haciendo valer las emociones, conocerlas y poderlas controlar a través del vínculo que tienen con la comida.

AI también trabaja todo el respeto corporal, más allá de lo que trabajamos en la relación con la comida. Trabajar esto es uno de los puntos relevantes en el proceso, el poder conocer tu huella genética, el ciclo de dietas y cómo esto ha impactado a tu cuerpo. Allí está la clave para un tratamiento exitoso. Podrás conocer la causa detrás del famoso “rebote” y por qué no podemos sostener el peso en tiempos menores a un año y cómo esto es relevante en nuestra salud. Inclusive el dar por sentado nuestra comodidad con la ropa, tanto en la forma interior como exterior, pues estamos de acuerdo con que andar apretadas e incómodas no es normal. Buscar mejores opciones ya refleja respeto corporal.

AI es esa opción para las personas que estamos hartas de las dietas y aun así queremos “cuidar” de nuestra salud, pero haciéndolo desde un punto auto compasivo, respetando y honrando nuestro cuerpo, sin importar su forma.

Y para concluir, quiero dejarte saber que tienes toda mi compasión, tanto si decides iniciar un tratamiento con AI o ya sea que realices una dieta. Te invito siempre a pensar, cualquiera de las formas en que decidas cuidarte, en qué es lo que quieres para ti, para tu vida y que puedas reconocer el impacto que puede tener.

Te abrazo ¡Nos vemos a la próxima!

Nutricionista apasionada por la nutrición amable y la alimentación intuitiva. Luchando cada día para que las mujeres tengamos respeto y derecho corporal, buscando la salud desde la autocompasión y el autocuidado.

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1 comentario
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    17 de octubre de 2023, 12:07

    […] Nutrición consciente: Comer alimentos nutritivos y equilibrados es fundamental para mantener un cuerpo sano y una mente clara. La salud holística aboga por una alimentación variada, tomando en cuenta tus gustos, estado corporal, niveles de hambre y saciedad etc. Conoce más aquí. […]

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